sábado, abril 18, 2009

La planificación es esencial para una interpretación de calidad

La planificación es esencial para una interpretación de calidad. Ian Parkin
ianparkin1@compurseve.com
www.IanParkin.co.uk
Teléfono: +44 (0)1803 722585
(Ian Parkin es consultor independiente y trabaja en el Reino Unido. Es especialista
en planificación interpretativa, y ha trabajado para diversas instituciones públicas
nacionales y locales, así como para organizaciones no gubernamentales.)Traducido
por: Jorge Morales, AIP


En cualquier lugar del mundo en que uno se encuentre, es fácil reconocer la interpretación de calidad. Esta es, como diría Freeman Tilden, una interpretación
que llega y engancha a la audiencia, se relaciona con la vida cotidiana del público, provoca una reacción en sus corazones y en sus mentes, y quizás influya en sus
actitudes y comportamientos (tal vez cambiando algo en sus vidas). En suma: es inspiradora y memorable.

Esto me ocurrió en Jamestown, Virginia, hace 17 años, cuando asistí a un recorrido guiado por el muelle. Nuestro guía iba vestido como un caballero Jacobino. En los
30 primeros minutos nos dio la bienvenida como si descendiéramos del barco que venía de Inglaterra... era el año 1620; nos describió la vida en ese pequeño lugar,
y nos dio algunos consejos básicos como potenciales colonos de lo que es ahora Estados Unidos. El consejo fue así: “Aprendan el uso de la espada, cultiven el
grano, encuentren esposa, creen una familia, y trabajen unidos para establecer una comunidad duradera”. Tan simple, tan claro, incluso tan profundo. Fue fácil ponerse
en la piel de aquellos nuevos colonos y comprender por qué estos principios para la supervivencia eran tan importantes.

La creación de esa experiencia necesita, obviamente, habilidades creativas de comunicación, pero también requiere una buena planificación. El Servicio de Parques Nacionales de EE.UU. siempre ha reivindicado la producción de un Plan de Interpretación para cada uno de sus emplazamientos (e incluso, a veces, preparando un “Plan de Interpretación Basado en la Gente”, separado). En cambio, nosotros, en el Reino Unido, vemos que recién se empieza a reconocer a la planificación como un instrumento esencial para los nuevos equipamientos.

La planificación interpretativa es una destreza profesional, al igual que el diseño de exhibiciones o audiovisuales. Hasta hace bien poco, se solía dejar esta función a diseñadores u otros, que no siempre conocían las técnicas o tenían la formación adecuada para tener una visión estratégica y planificar con propiedad aplicando los
principios esenciales. Se elaboran Planes de Interpretación para todo tipo de sitios naturales, históricos, culturales, centros de visitantes e incluso regiones, pueblos y
ciudades. La metodología y el proceso son los mismos para todos, mientras que el contenido y los destinatarios son únicos para cada sitio en concreto, al igual que el
producto final.

Nuestro punto de partida debería ser: “¿Por qué interpretar?”¿Qué es lo que queremos conseguir? Debemos tener claro porqué queremos interpretar, y poder explicar por qué es necesario en una determinada situación. Luego, debemos formular nuestros objetivos de interpretación, que se dividen en:

Objetivos de conocimiento: qué queremos que la gente sepa tras su paso por la experiencia interpretativa.

Objetivos emocionales: qué queremos que la gente sienta, como resultado de lo que vieron e hicieron. La interpretación tiene la capacidad de generar un sentido de lugar en los corazones y las mentes de los visitantes.

Objetivos de comportamiento: qué queremos que la gente haga. La interpretación puede influir en las actitudes y comportamientos, tanto en el sitio como en la vida futura del visitante. Por lo tanto, puede ejercer una gran influencia en el manejo del sitio y en los visitantes, y también puede lograr los principios para un desarrollo sostenible.

Objetivos económicos: qué objetivos más amplios tenemos para la comunidad local y su economía.

Éste es nuestro punto de partida sobre el cual podemos evaluar el éxito, o, dicho de otra forma, la provisión de interpretación al final del día. ¿Hemos cumplido nuestros
objetivos? Esta es también la base sobre la cual emprenderemos el proceso de planificación interpretativa.

A lo largo de años, hemos desarrollado y afinado el siguiente modelo para la planificación interpretativa: Está basado en una comprensión y síntesis detallada de varios factores, que precisan ser conocidos, evaluados con precisión y puestos en una balanza. Se consigue mediante la combinación de trabajo de campo, revisión de documentos,
entrevistas y evaluación. Los tres factores más importantes son:

1. ¿Cuál es el recurso patrimonial que conforma los contenidos o materias del Plan, y por qué es importante? La comprensión del sitio o los rasgos, es un prerrequisito esencial, pero también debemos comprender su fragilidad y cualquier aspecto que pueda influir en las ofertas interpretativas al final del día.

2. ¿Cuáles son los temas o narraciones que hacen a un sitio tan especial? ¿Y cuáles son los mensajes que queremos que se lleven consigo los visitantes? La adopción de un “enfoque temático” brinda una estructura a las ofertas interpretativas, y nos sugiere el alcance de la trama a comunicar. Esto requiere lectura e investigación (y tal vez asesoría especializada), pero permite que el intérprete cristalice el mensaje que quiere que los visitantes se lleven.

3. ¿Quién es el destinatario, o el visitante que prevemos que recibirá nuestros mensajes? La variedad de medios interpretativos disponibles es tanta que deberemos escoger con mucho cuidado sólo aquellos que sean adecuados para los destinatarios esperados. Para hacer esto, debemos comprender y conocer a nuestra audiencia: ¿habitantes locales, estudiantes preferentemente? ¿turistas o visitantes por el día? ¿grupos con un interés especial, oque visitan a parientes o amigos? Cada uno tiene necesidades diferentes, y nosotros debemos conocerlas afondo para asegurarnos que los medios interpretativos seleccionados son verdaderamente inspiradores y memorables al final del día.

Estos son otros factores que también merecen que los tengamos en cuenta en nuestra búsqueda y análisis inicial:
*Nuestras ofertas deben reflejar la forma en la que los visitantes vienen y usan el sitio. Deben respetar la “estructura” de la experiencia del visitante.

*La visión y opiniones de la comunidad anfitriona. Es muy importante considerar aquello que tiene de especial el lugar para la comunidad local, y se debe tener en cuenta en toda la planificación. Mientras que los visitantes vienen y se van, los locales están ahí 365 días al año. La interpretación se puede planificar de forma que el impacto de los visitantes en la vida de la población local sea mínimo, y, por otro lado, intentar que el beneficio económico que los visitantes aportan sea máximo. En la celebración de un “Día Memorial”, donde se invitaba a la gente a venir y a compartir sus recuerdos y fotografías (que ilustraban los aspectos del lugar que eran especiales para ellos), encontramos una forma excelente de recabar sus apreciaciones y opiniones.

*Las opiniones de especialistas son importantes, evidentemente, sobre todo con relación a sitios arqueológicos o naturales sensibles. Esto nos permite comprender mejor la “capacidad de carga” del lugar y aspectos para la sostenibilidad a largo plazo.

*Las opiniones de organismos públicos, desde municipalidades a agencias nacionales, de forma que la interpretación sea apropiada a determinadas situaciones, y tenga en cuenta otros procesos de planificación, carreteras, accesos, turismo, artes, acciones culturales y otras intervenciones del sector público.

*El contexto estratégico generado por estrategias y políticas de perspectivas nacionales, regionales y locales.

*La cantidad y calidad de la interpretación existente, tanto en el lugar como en su proximidad. Esta búsqueda de hechos y variados aspectos nos dará una visión clara de todos los parámetros que afectarán al Plan de Interpretación, y nos permitirá movernos a la etapa de redacción del plan.

Aquí tendremos que:
I. Evaluar las necesidades de interpretación para nuestros destinatarios considerados, por ejemplo: familias con niños pequeños o personas con discapacidades.
II. Revisar el abanico de posibles medios interpretativos con los cuales transmitir nuestros mensajes. Esto podría incluir unidades interpretativas in situ, senderos para peatones o ciclistas, recorridos guiados, actividades y eventos especiales, maquetas y mapas para tocar, animación histórica, juegos de simulación, multimedia, exhibiciones y esculturas.
III. Identificar el sitio específico, o el más lógico, en el cual comunicar cada tema clave (el espíritu del lugar).

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